lunes, 14 de noviembre de 2011


Tui Shou un koan en movimiento.

Hace  años estuve practicando Zen con el maestro Coreano Seung Shan .Una de la prácticas clásicas dentro de la tradición Zen son los koans.
Los koans son  entrevistas o diálogos que realizas con el maestro. El maestro te pregunta y tú tienes que responder. El secreto está en como respondes. No en lo que dices.

Cuando realizábamos los retiros ( en las montañas de la Garrotxa) las entrevistas se producían por las mañanas. Durante las sesiones  de meditación  tenías presente el koan a resolver, o el nuevo que te había dado el maestro por la mañana. A veces, con voces silenciosas intentábamos averiguar si el compañero había pasado el koan y que respuesta había dado...ingenuos de nosotros. La respuesta estaba en el momento y  en saber estar en el aquí y ahora .
Una de las primeras enseñanzas del maestro Zen, Seung Shan, al realizar los koans, era  enseñarte a responder, a cualquiera de sus preguntas, con un golpe de tu mano en el suelo. Una acción que te hacia romper con tu mente pensante. El simple golpe con la mano en el suelo era la puerta para responder  con una acción desde el aquí y ahora


He vuelto ha recordar los retiros en las montañas y las entrevistas de los koans por las mañanas con el maestro Zen.
En el Tui Shou no buscamos defender o tirar el otro. Lo importante es estar conscientes del momento. Observar como estamos y como actuamos con el movimiento del compañero. Es como la entrevista de los koans del maestro Zen: golpeamos al suelo o nuestra mente intenta buscar una respuesta.
En la práctica del Tui shou, cuando percibimos el empuje del otro, respondemos al momento, o empezamos a pensar que técnica aplicar  o  nuestro dialogo interno empieza a activarse con las frases:  hay que me va tirar , no voy a poder con él, estoy perdiendo mi centro.... Todo ello nos hace perder el contacto con el momento.
 Al igual que en las entrevistas de los koans, puedes responder desde el aquí y ahora, o desde tu mente en constante dialogo. Una respuesta de forma inmediata, sin dialogo interno, con una mente calmada y  una mutualidad con el momento es la puerta que nos invita la práctica del Tui shou.

Todo ello necesita práctica. Una práctica que se tiene que iniciar con ordenar nuestra estructura corporal. Una estructura, nuestro cuerpo, relajada y en estado de atención, sin tensión, permitirá que la parte interior,nuestra mente, se pueda calmar.
Lo externo,  el cuerpo, y lo interno,  la mente, se unifican y actúan dentro de una mutualidad armoniosa. En el caso de la práctica del Tui shou está mutualidad no solamente se tiene que armonizar con nosotros mismo.Tenemos que dar un paso más adelante. Armonizarnos con las acciones del otro.

No es importante si tiras o te empujan. Lo importante es observar, como estamos cuando el otro te empuja o nosotros empujamos. ¿Desde dónde realizamos estas acciones? Desde un cuerpo-mente separados , desde una separación con el movimiento del otro, o desde una mente en constante dialogo interno...
El golpe con la mano en el suelo, que proponia el maestro Zen a su respuesta, servia para iniciar este proceso de romper el dialogo interno. Apaciguar este dialogo interior y responder desde una quietud interna y relajación externa son las enseñanzas de la práctica del Tui shou.

Con ello no quiero obviar que la práctica del Tui shou tiene un componente marcial importante, pero un excesivo peso de la práctica marcial, sin la atención  o consciencia adecuadas, puede oscurecer todo lo expuesta anteriormente.
Para las personas que no conocieron al maestro Zen, Seung Shan, os dejo este enlace de youtube donde lo podéis ver en acción: http://www.youtube.com/watch?v=0CUdrd-Fs G0
 A disfutar...

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